Uno de los problemas más comunes entre quienes se adentran al mundo de la resina epóxica suele ser que esta se torna pegajosa, complicando el trabajo a realizar. Al mezclar la resina junto con el catalizador, se produce una reacción química que debe ser tratada con cuidado. La razón principal de este error es causada por una medición incorrecta de ambos ingredientes, o simplemente por no mezclarlos bien.
Una vez que la resina se haya endurecido, se puede formar una película adhesiva en la superficie. Este problema puede superarse fácilmente pasando una esponja húmeda con agua caliente en la superficie.
Si toda la superficie está pegajosa, se recomienda intentar lijar. Después de lijar con varios granos de papel de lija húmedo/seco, se obtiene una superficie sólida con el término que se desee.
Es importante recordar que para evitar este tipo de inconvenientes, se debe asegurar de realizar una mezcla correcta e instalarte en un espacio con la temperatura adecuada, ni tan alta ni tan baja para no entorpecer tu trabajo.